Cuando el asegurado está arrendando, en caso de un incidente en
la propiedad, el dueño de la propiedad tiene un seguro que la protege y esta no cubre los bienes
del arrendatario.
Este seguro ayuda a proteger los bienes del asegurado que se encuentran en el inmueble
que está rentando y las protege en circunstancias como robo, incendios, daños por ruptura
de tuberías, entre otros. También protege al asegurado, si alguien es lastimado dentro de
la propiedad que está rentando.